lunes, 27 de septiembre de 2010

Oh corazón qué es lo que has echo? un dolor aquí en mi pecho, la angustia me está matando, el tiempo sigue pasando y yo no se yo no lo se si tu fallaste o yo falle, te busqué y no te encontré y esta vez te pediré, quédate, quédate conmigo corazón, no engañemos nuestras vidas, encontremos la salida, no vivamos las mentiras, sabes bien que yo tu vida. Amorrrrrrrrrrrr, vivir sin tus caricias, esto es una maldición, todos ríen la derrota a carcajadas en sus bocas, y quien sufre y se lamenta solo somos tu y yo.

La adicción es típica en todas las historias de amor basadas en el encaprichamiento. Todo comienza cuando el objeto de tu adoración te da una dosis embriagadora y alucinógena de algo que jamás de habías atrevido a admitir que necesitabas - un cóctel tóxico - sentimental, quizá, de un amor estrepitoso y un entusiasmo arrebatador-. Al poco tiempo empezás a necesitar desesperadamente esa atención tan intensa con esa ansia obsesiva típica de un adicto. Si no te dan la droga, tardas poco en enfermar, enloquecer y perder varios kilos (por no hablar del odio a quien te ha fomentado la adicción, pero ahora se niega a seguirte dando de eso tan bueno, aunque sabés perfectamente que lo tiene escondido en algún sitio, maldita sea, porque antes te lo daba gratis). La fase siguiente es la del adelgazamiento y el temblequeo en el rincón, sabiendo que venderías tu alma o robarías a tus vecinos con tal de probar ESO una sola vez más. Mientras tanto, a tu ser amado lo repeles. Te mira como si no te conociera en absoluto, como si jamás te hubiera amado con esa pasión fervorosa. Lo irónico del asunto es que no podes echarle la culpa. Porque, vamos, mírate bien. Sos un asquete, un ser patético, casi irreconocible ante tus ojos. Ya está. Ya has llegado al destino final del amor caprichoso: la más absoluta y despiadada devaluación del propio ser.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Por no ser cruel, pierdo honestidad.

martes, 21 de septiembre de 2010

Quisiera ser esas lágrimas que estoy llorando e irme, fluidamente, por esta cañería roñosa y peluda. Son esas las ganas de volver y abrazarte. SI, A VECES QUIERO IRME. El entusiasmo no dura más que unas horas de dulces caricias y abrazos acurrucados. Sos insoportable. Me haces llorar. Tu lengua parece no tener conexión alguna con tu cerebro, con tus ojos, con tu memoria y tus recuerdos. Sos malo. A veces sos amable, ¡Y cómo! ¡Con qué magnitud! Me aburro, me canso, me canso de esperar. Aparecerá un silencio inmenso entre nosotros. Ese será mi viaje. Y NO ME PREGUNTES EL POR QUÉ.

Siempre cinco para el peso, siempre abrazo, nunca un beso.

Y ahora ni torta ni pan.

martes, 14 de septiembre de 2010

And one kiss I had of her mouth, as I took the apple from her hand. But while I bit it, my brain whirled and my foot stumbled; and I felt my crashing fall through the tangled boughs beneath her feet, and saw the dead white faces that welcomed me in the pit.
Aquella noche los bombones tenían gusto a moka y un dejo raramente salado (en lo más lejano del sabor), como si al final del gusto se escondiera una lágrima; era idiota pensar en eso, en el resto de las lágrimas caídas la noche de Rolo en el zaguán.
Todos debemos un día mirar para adentro, para ver, hay que mirar. Llevo más de dos intentos, y no me puedo curar, no me puedo curar. Para salir no hay que golpear, si nunca fui bien recibido, no se que hago acá. Hoy me despido de todo, todo lo que me hizo mal. Yo quiero estar a la izquierda del cero, no me analices, no voy a cambiar. Yo se que no siempre gana el que pega primero, pero de nada sirve dejarse pegar. Qué frágil es mi mundo nuevo, es la base de mi soledad. Qué fácil es señalarme con el dedo, y yo sin poderte mirar, sin poderte mirar.

Así, como con bronca ¿vio?

Y yo que pensaba que ya nada podía dolerme más que tu ausencia, te veo y te encuentro tomando el licor de su piel. Y recordé una frase que, seriamente y con ojos enamorados, me dijiste varias veces. No puedo competir con ese cuello y ese collar de bolitas negras, ya fue.

Acabas de morirte, te cagué matando.
¿Cómo hace uno para salir de una obsesión?
(pequeña, estimo)
Estoy enredada, mezclada.
Mi soledad: cuaderno, lapicera verde,
Galletitas de agua, sillón, luz naranja,
Cara sobresaltada, ojos aguerridos.
Me digo: - ya nada puedo hacer, más que despertar.
Ya no entre dragones,
ya no entre polvo,
ya no entre tanta gente.

jueves, 9 de septiembre de 2010

¿Quién te dijo que yo, era el sueño que soñaste una vez?¿Quién dijo que tú, voltearías mi futuro al revés?
tu estrategia te arruinó.
A lo hecho, pecho.
A veces la palabra justa es esa que se calla.
Es terrible percibir que te vas, y no sabes el dolor que has dejado justo en mi. Te has llevado la ilusión de que un día tu serás solamente para mi, o para mi. Y ahora estas tu sin mi, y que hago con mi amor? el que era para ti, y con toda la ilusión de que algún día tu seras solamente para mi, o para mi.
Y se que nunca se me va a olvidar tu voz,
aunque pierda la memoria.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

You make me feel like I'm living a teenage dream. The way you turn me on, I can't sleep. Let's run away and don't ever look back, don't ever look back.
My heart stops when you look at me.
Lo dejaré pasar y me callaré,
y tú pensarás que ya te he olvidado.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Ven, acércate. Ven, y abrázame. Vuelve a sonreír, a recordar Paris, a ser mi angustia. Déjame pasar una tarde más, dime dónde has ido. Dónde esperas en silencio, amigo. Quiero estar contigo, regalarte mi cariño, darte un beso, ver tus ojos, disfrutando con los míos. Hasta siempre, adiós mi corazón.
Ven, te quiero hablar, vuelve a caminar. Vamos a jugar al juego en el que yo era tu princesa. Ven, hazlo por mi. Vuelve siempre a mi, dime dónde has ido. Dónde esperas en silencio, amigo. Quiero estar contigo, regalarte mi cariño, darte un beso, ver tus ojos, disfrutando con los mios. Hasta siempre, adiós mi corazón.
No hay un lugar que me haga olvidar el tiempo que pasé andando por tus calles junto a ti. Ven, quiero saber por qué te fuiste sin mi. Siempre tuve algo que contarte, dime dónde te has ido. Dónde esperas en silencio, amigo. Quiero estar contigo, regalarte mi cariño, darte un beso, ver tus ojos, disfrutando con los mios. Hasta siempre, adiós mi corazón. No hay nada que me haga olvidar, el tiempo que ha pasado ya, no volverá, no hay nada más. Adiós mi corazón.

FUI CONSUMIENDO INFIERNOS,
PARA SALIR DE VOS.

sábado, 4 de septiembre de 2010






















¿Cómo decir 'no te vayas' si ya no estás?

Maldigo la noche en que te conocí, maldigo el sabor de tu boca que nos separa, que probé, si yo tenia claro que en ese momento el desorden de mi corazón estaba confundiéndome y el miedo a perder el control me puso penoso y pase de tu amor.