*CABEZA DURA.
*CORAZÓN.
— Lo siento. Intenté jugármela, pero no pasó nada
— Y yo soy el que sufre las consecuencias
— ¿Crees que yo no sufro?
— No sé, pero yo estoy mal y es por culpa de el
— La conciencia me dijo que no le echara toda la culpa a el
— La conciencia no cacha nada. Es fría y calculadora
— Y tú eres pasional e irracional
— Prefiero ser así
— Me enamoré en el peor momento
— Uno no elige cuando enamorarse
— Pero te podrías haber contenido un poco. ¡Mira cómo estamos ahora!
— El amor no hay que contenerlo
— El amor… este amor me hace sufrir
— ¿Y qué quieres que haga yo?
— No sé… yo quiero olvidarlo
— Estás confundida. No es eso lo que quieres
— ¿Y qué quiero entonces?
— Quieres estar con el, quieres abrazarlo y besarlo
— Sí, es verdad. Pero no quiero querer eso.
— Es lo que quieres y debes luchar para conseguirlo
— Ya luché bastante y no quiero seguir sufriendo
— ¡No seas cobarde! Juégatela una última vez
— … Hay una canción que dice: “tenés que hacer lo que el corazón diga”
— Yo soy el corazón y te digo que hagas eso
— No sé
— Es complicado
— Y más por el momento de mi vida
— Eso no me compete a mí
— Quizás deba esperar
— Si quieres…
— Quizás con el tiempo se apague este sentimiento
— No creo
— En ese caso, me la jugaré y será el quién deba decidir
— Me parece. Y adiós. Seguiré llorando, espero estés bien…
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