
Siento un túnel cónico construido en mi pecho, está vacío, pero a la vez atravesado por miles de peatones. Peatones indiferentes, lejanos, perdidos cada uno en su vida. Y yo desde arriba observo, los siento, pero ellos no me ven. Es así como siento la incertidumbre, como un hueco en mi interior. Mi boca está seca, la saliva desahuciada ya no corre. Extraño tu ausencia presente, tu apariencia, tu negación existente. Replantearse los pasos, como ese grupo de peatones, que parecen danzar sobre mi tristeza. Bocanadas forzadas, lágrimas espesas, abrazos invisibles. ¿Cómo sigue la vida?¿Cuál será mi túnel? ESTOY TRISTE.
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